Andrómeda era hija de Cefeo y Casiopea. Su madre la consideró más bella que las nereidas, este hecho irritó a Poseidón, dios del mar, que suscitó la presencia de un monstruo marino que arrasó todo el país. El oráculo de Amón exigió que Andrómeda fuese atada a una roca junto al mar. En el momento en que iba a ser devorada, Perseo dio muerte al monstruo y consiguió salvarla. La fotografía nos ofrece una representación de la liberación de Andrómeda por Perseo, se trata de una a pintura mural de época romana procedente de la Casa de los Dioscuros en Pompeya.
La pintura imita a un original del pintor ateniense, Nicias (S. IV a.C.). Actualmente se conserva en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles. Esta escena mitológica ha sido representada por muchos artistas a lo largo de la Historia, quizá la más conocida sea el famoso cuadro de Rubens, conservado en la Gemäldegalerie de Berlín.